Sevres Mision 1 Reconstrucciones

Misión I - Reconstrucciones

Sevres se encontraba entrenando al aire libre en el que era su nuevo hogar provisorio. Mientras realizaba algunos movimientos simulando tener una espada el pequeño Teh’ra seguía sus pasos haciéndola perder el ritmo de vez en cuando.

— ¡No tengo tiempo para jugar contigo! —le dijo molesta. No era la primera vez que esto sucedía. Ya casi había pasado el mes del período de prueba y el cachorro aún vivía. Al parecer podría superar este obstáculo sin problemas, pero aún no se acostumbraba a tener que cuidar de alguien. Se quedó quieta en su lugar mirando sin ánimos al animal que no paraba de moverse de un lugar a otro con la intención de que Sevres le prestara atención. Suspiró y se sentó en el suelo —ven aquí… —le dijo rendida al animal. Éste se acerco enseguida y ella comenzó a acariciarlo con suavidad mientras el animal se acurrucaba entre las piernas de ella. A pesar de lo molesto que le resultaba y de la poca costumbre había llegado a encariñarse con el pequeño Teh’ra —. Ahora que lo pienso no te he dado un nombre —dijo suavemente mirando al animal que le devolvió una mirada llena de duda— ¿Qué te parece Galleto? —el animal se restregó contra sus piernas— supongo que da igual… no es como que importe realmente, pero tu pelaje es como del color de las galletas que robaba en el mercado… —Sevres sonrió suavemente mientras seguía acariciando a Galleto. Se sentía muy tranquila ahora. Ya no tenía que robar para comer y por primera vez en su vida tenía una cama cómoda, podía dormir sin miedo y en parte era gracias a este pequeño animal.
— ¡Hey Sev! —la distrajo la voz de Dre’ko que llegaba al lugar en que se encontraba ella y Galleto —. Veo que las cosas van bien entre ustedes —río Dre’ko— mejor así
— ¿Qué quieres? —preguntó Sevres secamente
— Tengo un trabajo para ti. Supuse que estarías algo aburrida aquí, así que te he apuntado para una misión. Uno de mis conocidos necesita ayuda en Kip-Karin
— ¿Ah? —dijo ella incrédula— ¿por qué yo? Tengo que cuidar a Galleto
— ¿Galleto? —dijo Dre’ko al momento en que estallaba en carcajadas. Sevres desvió la mirada molesta
— No puedo moverme de aquí
— De… de e… eso no hay problema —dijo él— lo veré yo hasta que vueltas —Sevres lo miró incrédula.
— ¿De verdad? —preguntó controlando su voz para no parecer muy desesperada— ¿y qué debo hacer?
— Te apunté para que ayudes en la defensa de una ciudad en reconstrucción. Me pareció que no era algo muy complicado —dijo sonriendo con algo de malicia.
— No tengo armas ¿o debo defender con los puños?
— Ven conmigo —Sevres se puso de pie después de apartar de sus piernas a Galleto, que se quedó en el suelo sin muchos ánimos. Por alguna razón su ánimo decaía cada vez que Dre’ko venía por Sevres.
Siguió a Dre’ko al interior del cuartel. Fueron por unos pasillos algo oscuros y llegaron a un gran salón con armas en todos lados. En los muros, las repisas y sobre el mesón— mmm… creí que estás podían interesarte —dijo Dre’ko cogiendo del gran mesón unas espadas gemelas— es el último par que queda…
— … —Sevres miraba las espadas y miraba a Dre’ko sin saber que decir. Tenía ganas de gritar de alegría, pero su futuro maestro estaba ahí. Sería mejor comportarse un  poco— ¿d-de verdad? —preguntó suavemente mientras tomaba las espadas con cuidado.
— Debes tomarlas con fuerza si no quieres que te desarmen —le dijo Dre’ko. Ella las tomó con fuerza y las batió en el aire al tiempo que hacía unos giros— pues te quedan muy bien —sentenció Dre’ko con una sonrisa de suficiencia. Sevres desvió la mirada incómoda —. ¡Está decidido! Será mejor que te prepares, el grupo dejará pronto la ciudad. Si no los alcanzas quizás te pierdas…
— ¡está bien! —dijo Sevres llena de confianza y fue a preparar sus cosas.


Cuando se reunió con el grupo que Dre’ko le había indicado se informó respecto a lo que sucedía en Kip-Karin. Se trata de una ciudad fronteriza entre los reinos de Kareesh e Iaskern. Debían reconstruir la ciudad pero la tarea se había complicado por los constantes ataques de algunos Djinns. Dicho de este modo no parecía algo muy complejo, pero habría que esperar a llegar a Kip-Karin.
Tardaron unos días en llegar a la ciudad a pesar de ir en carretas y otros en sus respectivas monturas.
Reinaba el caos en la ciudad. Además del desorden. Mientras unos reunían materiales para las labores de construcción otros peleaban contra los enemigos para evitar que causaran más daño a la ciudad.
Sevres se puso nerviosa, era la primera vez que estaba en una batalla real y en la que tenía que ayudar a alguien que no fuera ella misma. Tenía que dar todo de sí para superar esta prueba, porque eso era, una prueba que le había asignado Dre’ko. De seguro quería espantarla, pero ella regresaría y le haría cumplir lo que prometió. Tendría que entrenarla.

Cuando se reunieron en el improvisado campamento con aquellos que llevaban ahí más tiempo que ellos, les dieron unas vagas instrucciones para reconocer a los enemigos. También les explicaron cuáles eran los puntos más críticos que debían defender. Sevres prestó especial atención a esta última información, pensó que sería de mayor utilidad ir a esos lugares críticos.
Llegó cerca de unas ruinas, no muy lejos de ahí estaban en labores de reconstrucción por lo que decidió quedarse a defender ese lugar junto con otros. No pasó mucho tiempo antes de que llegaran los enemigos y así comenzó la batalla. Tenían que cuidar a los que trabajaban en la reconstrucción, mientras intentaban levantar la ciudad. Sevres y sus compañeros de grupo se movieron rápidamente y eligieron un enemigo al azar, había que derribarlos fuera como fuera, más de alguno moriría eventualmente. Esa idea hizo que Sevres perdiera la concentración más de una ocasión, lo que le significó recibir más de un golpe por parte del enemigo, pero fue lo suficientemente hábil para evitar la espada de él.
Tenía que concentrarse la vida de muchos estaba en juego, pero más importante para ella… su propia vida. No podía morir ahí, recién estaba empezando a ordenar su vida, no podía perder aquí. Tenía que volver con Dre’ko y mostrarle de lo que era capaz. Esos pensamientos fueron suficientes para devolverle en cierta medida el control. Si alguien iba a morir ahora ese sería el que estaba frente a ella.
Las espadas chocaban con fuerza, cada golpe venía con más fuerza que el anterior y las múltiples heridas ya estaban a la vista para ambas partes.
Su contrincante no era muy distinto de ella. Un djinn varón un poco más alto que ella, igual de delgado que ella, rápido y con una fuerza que no aparentaba. Sevres podía ver la desesperación en sus ojos, él quería acabar con esto rápido. Con un movimientos que ella no vio venir él la derribó, pero ella no soltó sus espadas, recordando las palabras que Dre’ko le dijo días atrás.
Decidido a acabarla, él iba a clavarle la espada en el pecho pero Sevres logró bloquear el ataque con su espada izquierda y aprovechándose de esos segundos de vacilación de su contrincante le dio la estocada final en el estómago con su espada derecha. Vio la sorpresa en el rostro de él antes de que su mirada se apagara por completo.
Yacían los dos en el suelo. El cuerpo de él se dejó caer con todo su peso sobre el de ella, pero no era algo que importara ahora. Ella intentaba recuperar el aliento, había terminado… por ahora.

* * * *
Eso! 8D
otro emocionante[?] episodio en la vida de Sevres
misión cumplida [?]